Está comprobado que los perros tienen emociones como alegría, miedo, enojo y tristeza. Sin embargo, la ciencia segura que nuestros mejores amigos no tienen la capacidad de amar.
Jonathan Astucuri es un neurocientífico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y asegura que, pese a que los perros también liberan oxitocina (hormona del amor), no poseen la capacidad cognitiva para amar.
Haciendo una comparación con los humanos, los canes no alcanzan un rango emocional mayor al de los niños de dos años. Con el paso de los años los seres humanos otorgan mayor intensidad y duración a las emociones para después convertirlas en sentimientos.
Lo que se traduce a que los perrhijos solo sienten placer al estar con sus dueños, cuando están con ellos saben que obtendrán muestras de afecto, diversión, comida, etc.
Es cierto que se crea un fuerte vínculo entre los perrhijos y sus dueños, de hecho, Astucuri reconoce que en un futuro otros estudios podrían demostrar en algún momento que efectivamente lleguen a sentir amor.
Por ejemplo, el veterinario y comunicador Pancho Cavero no descarta que los perros en algún punto de su vida lleguen a experimentar dicho sentimiento y comentó lo siguiente:
“Yo he dejado una cámara en mi casa antes de salir. Al regresar, cuando ya estoy cerca, he podido registrar cómo mi perro comienza a hacer una fiesta porque siente mi olor. Y cuando abro la puerta, realmente vive una fiesta.”
Lo sabemos, este tipo de noticias nos rompen el corazón, sin embargo, aunque neurológicamente los perros no tengan la capacidad de amar, no está en duda que sus dueños sean sus personas favoritas ni que disfruten al máximo estar con ellos.
Afortunadamente los humanos sí experimentan esa sensación y pueden confirmar y demostrar que aman a sus perros sobre todas las cosas.
Tú, ¿piensas que tu perro te ama?