Algunos comensales se quejaron por la presencia de una peludita callejera y nunca imaginaron la respuesta del dueño de las Tortas Carísimas, la cual publicó en Facebook.
Si usted viene a Tortas Carísimas y en la entrada ve esto, no vaya a pensar que es un tapete viejo, o uno en 3D. Ella es Lola, una perrita callejera que llegó hace como cinco meses y se quedó a vivir aquí afuera. Pero si a usted le molestan los animales, con toda confianza puede decírmelo para que le ponga sus tortas para llevar. Lola se queda y punto.
Aun hace falta más conciencia para comprender que los perritos callejeros no tienen la culpa de su condición, la cual los hace caminar demasiados kilómetros para conseguir algo de agua o alimento.
Por eso queremos reconocer la calidad humana del dueño de Tortas Carísimas.