Es un hecho que los amamos, sin embargo hay ocasiones en que nuestros perrhijos, desde el punto de vista humano, presentan un mal comportamiento. Ya sea cuando se orinan en un lugar indebido, rompen algún objeto en la casa, o ladran sin control.
Nuestra respuesta a estas acciones puede llegar a ser un simple regaño o hasta una llamada de atención con grito y zapato incluido. Ante esto, necesitas entender que cuando los perrhijos se esconden, agachan las orejas, o te miran con cara triste, no so saben lo que hicieron, más bien muestran signos de estrés.

Hasta el momento no se ha demostrado que los peluditos sientan remordimiento o culpa, más bien, una llamada de atención les provoca ansiedad, miedo, inseguridad y en casos graves hasta traumas.
Por ello en lugar de regañarlos cuando se orinan en la casa, es mejor sacarlos constantemente a pasear y ahí reforzar las conductas positivas con una felicitación, o pequeños premios. Así evitarás que se presente algún mal comportamiento.
Para aquellos perrhijos que acostumbran romper cosas cuando están solos, puedes intentar realizar con ellos un poco de ejercicio al día, como largas caminatas, o bien jugar a la pelota. En caso de que tus peludos sean de talla media, grande o extragrande, puedes incluso trotar diario con ellos. En una de esas, te sucederá lo que a nosotros, pronto estarás listo para correr tu primer medio marathón. Si te decides por esta alternativa, es muy importante que trotes distancias cortas, siempre al ritmo de tu peludo, sin forzarlo, y minutos después de terminar de ejercitarse, ofrécele agua y que durante el día beba la que necesite. También procura alimentarlo media hora después de hacer ejercicio para evitar los peligros de la torsión gástrica.

Otra solución es dejarles a la mano juguetes que los entretengan, que puedan romper sin que tus perrhijos corran peligro.