Para los humanos comer chocolate se puede considerar uno de los placeres de la vida, es de las golosinas preferidas para degustar en cualquier situación.
Seguramente los perros piensan lo mismo, cuando su dueño destapa un chocolate, en menos de un segundo estará a su lado tratando de convencerlo para que lo comparta con él lanzándole la mirada que solo ellos saben hacer para convencer.
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Por el bien de los perrhijos nos tenemos que resistir a esas miradas, el chocolate no es bueno para ellos, es una de las principales causas de envenenamiento, esto debido a dos ingredientes de los que que se compone la golosina, cafeína y teobromina, esta última ensancha los vasos sanguíneos y disminuye la presión arterial, actúa como diurético y estimulante cardíaco.
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El problema radica en que los perros metabolizan de manera más lenta que los humanos la teobromina, aproximadamente un día entero.
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Aunque son los chocolates negros y puros los que suelen tener una mayor concentración de teobromina, los chocolates blancos tampoco son recomendables.
Cuando un perro consume chocolate es en pequeñas cantidades, podría tener como resultado vómito y diarrea, por otro lado, si ingiere una cantidad elevada puede causar hiperactividad, prersión alta, latidos rápidos del corazón, convulsiones y en el peor de los escenarios, un fallo respiratorio y un fallo cardiaco.
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A veces o casi siempre resulta difícil negarle algo a tu perrhijo y es algo que constantemente se tiene que hacer, su organismo tiene diferentes procesos al de los humanos, es por ello que se debe procurar que ingieran alimentos elaborados específicamente para los de su especie.
