¿Recuerdas tu cumpleaños número 5? Yo sí, fue el día que nos conocimos y que supe que estaríamos juntos por mucho tiempo. Fue justo después de tu fiesta, yo estaba en la casa adentro de una cajita sin saber qué sucedía, hasta que por fin regresaron y te dijeron que te tenían otra sorpresa.
Todavía tengo grabada tu carita de emoción cuando nuestros papás me pusieron en tus manos. Abriste tus ojitos y se llenaron de lágrimas, también comenzaste a temblar, me sostuviste con mucho cuidado para que no me cayera y me diste un beso largo.
Estoy seguro de que para los dos fue uno de los mejores días de nuestra vida, digo “uno” porque junto a ti no hay día que no sea maravilloso, crecer junto a ti ha sido una aventura y un placer.
Me siento contento porque fui tu compañero de la infancia y no es por nada, pero hice un buen trabajo. Se me llenaba el corazón cada que te hacía reír, fuimos cómplices en muchas travesuras, nos regañaron varias veces y siempre he sido tu confidente.
Ya pasaron 10 años desde que nuestras vidas se unieron y las cosas han cambiado. Ya no jugamos como antes, tú porque ya tienes más cosas que hacer y yo porque mi energía y mi fuerza no son iguales.
Así es, crecimos juntos, ahora estamos compartiendo una nueva etapa y la dinámica entre nosotros cambió. ¿Pero sabes qué me da gusto? Que nuestra relación se ha fortalecido y el amor sigue creciendo.
Hermano humano, quiero que sepas que estoy orgulloso de ti, cada que te veo me siento el más afortunado porque eres el amor de mi vida.
No sé cuánto tiempo más vaya a estar junto a ti, pero el día que tenga que partir, quiero que me recuerdes como tu mejor amigo y que cuando te hablen de tu niñez, yo sea el protagonista del momento.
Ha sido un placer estar contigo en cada momento, en los buenos y en los malos.
Te amo por siempre.