Puede parecer fácil adoptar a un perro, son muchas las historias y anécdotas que escuchamos constantemente a cerca de la maravillosa relación de los humanos con sus perros y los cambios que experimentan con un nuevo miembro en la familia.
Sí, tener y convivir con un perro en casa es maravilloso, es un sentimiento difícil de comprender para aquellos que no tienen una mascota, sentimiento que crece y se fortalece con el paso de los años.
Sin embargo, dentro de la palabra “adoptar” se incluye una serie de responsabilidades que los nuevos dueños deberán tomar en cuenta, es decir, cuidarlos, procurarlos, estar al pendiente de su salud, dedicarles tiempo y educarlos. En este último punto entra el tema central de este texto, la paciencia.
Son varios obstáculos a los que se enfrentan los nuevos dueños, por ejemplo, enseñarle a la mascota el lugar en el que debe hacer sus necesidades, los destrozos de muebles, exceso de ladridos, el orden y la limpieza de la asa, etc.
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Parte de las tareas de los humanos es conocer a sus mascotas y buscar alternativas necesarias (dependiendo la situación a solucionar) para que la educación sea más liviana e incluso divertida para ambos
El nivel de paciencia necesario para educar a un perro es subjetivo, depende de la tolerancia y experiencia del humano, así mismos como de la edad y comportamiento del canino. Es más probable que para quienes son primerizos en el tema de las mascotas les resulte complicado comunicarse con el animal.
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Una de las principales razones por las que los humanos suelen perder la paciencia con su perro es porque creen que tienen el mismo sistema de comunicación y entenderán las instrucciones de inmediato y a la perfección.
No, no funciona así. Tampoco entenderán a base de gritos, es más puede ser contraproducentes. A los perros también les resulta difícil identificar que es lo que sus dueños esperan de ellos, quieren complacerlos y no saben cómo.
Los perrhijos necesitan sentirse en confianza y comprendidos en su nuevo hogar, esa es nuestra labor y reto. Para lograrlo es necesario contar con la información necesaria y adecuada para guiarnos; además de apoyarnos con expertos en el tema.
Es normal perder la paciencia y pensar en primera instancia que los perros nos entenderán, lo importante es tomarse unos minutos, respirar y después analizar e intentar actuar de la manera más adecuada por el bienestar y tranquilidad de tu nuevo mejor amigo.
¿Perdiste la paciencia al educar a tu perrhijo?
