Por: Jessica Vital
Definitivamente integrar un perrhijo a tu familia no es una decisión que deba tomarse a la ligera, por eso te dejamos los siete beneficios de la convivencia entre hijos y Perrhijos.
Es fundamental entender el tamaño de las responsabilidades que se adquieren por las atenciones, el tiempo y el cariño que los peludos demandan.
Sin embargo, siempre será poco lo que nos toca dar a cambio de lo mucho que nuestros Perrhijos nos devuelven.
Y es que, debido a su docilidad y facilidad de relacionarse con las personas, especialmente con los niños, son considerados compañeros excelentes para la convivencia familiar.
Al respecto, Adoptare, asociación sin fines de lucro que promueve la cultura de la adopción de animales de compañía, enlista siete beneficios que surgen de la interacción entre niños y Perrhijos.
1. Inculca responsabilidad. Ayudar en los cuidados y atención de necesidades de los Perrhijos implica que los niños comiencen a desarrollar su sentido de la responsabilidad. Dependiendo de su edad, pueden hacerse cargo de tareas sencillas como cambiar su agua todos los días, darles de comer o cepillarlos.
2. Ayuda a la autoestima. Al hacerse cargo de las necesidades de otro ser vivo, los niños comienzan a sentirse útiles, lo que los motiva para continuar con su trabajo y mejora su autoestima. Además, el cariño con que los peludos corresponden a los cuidados que recibe, brinda una sensación de bienestar a los pequeños.
3. Activa físicamente. Jugar y sacar de paseo a un perrhijo, exige a los niños un gasto importante de energía al realizar una actividad física intensa. Esto los lleva a ser más activos, lo que les ayuda a alcanzar su máximo desarrollo físico, con un impacto positivo en su salud en general.
4. Fortalece las defensas. La Sociedad Americana de Microbiología ha encontrado que la convivencia con animales domésticos, particularmente con perros, puede ayudar a mejorar la salud respiratoria de los niños desde temprana edad para prevenir, por ejemplo, el desarrollo de alergias comunes y reducir la posibilidad de contraer asma en el futuro.
5. Mejora de habilidades sociales. Al pasear con los Perrhijos, los niños se encuentran en un entorno al aire libre, donde pueden sentirse más abiertos a jugar e interactuar con otros paseantes de perros. Esto, aunado a la convivencia diaria con un ser que no los obliga a actuar de manera distinta a como son desarrolla confianza en los niños y los hace más abiertos a iniciar nuevas interacciones con otras personas.
6. Combate la soledad. Cuando los niños no tienen hermanos o compañeros cercanos con los cuales jugar, la compañía de un perro es ideal para evitar que se sientan solos.
7. Enseña respeto.
Enseñar a un niño que un perro no es un juguete, sino que es un ser vivo al igual que él, es el primer paso para que los pequeños entiendan el valor de la vida y respeten a quienes los rodean.
Sin duda, el crecimiento y desarrollo de un niño se ven beneficiados de manera integral al establecer una relación con un perro. Pero es fundamental no olvidar que estos beneficios se dan en una relación de respeto y amor mutuo, en donde los Perrhijos deben recibir lo mismo que dan.