Por: Estefanía Bárcenas
La escritora y académica, Ana María Gomís, a través de un conjunto de anécdotas, platica sobre su reciente recopilación de cuentos perrunos, Dejar Huella.
Llevándonos por un entramado creado entre sus propias experiencias y sus acercamientos con cada uno de los escritores que aparecen en este libro, nos cuenta, no sólo su vida como amante de los canes, sino todo lo vivido y sentido al momento de leer y escoger todos y cada uno de los cuentos que conforman esta obra.
Lo primero en mencionar es su amor por los Perrhijos, ya que es poseedora de 3 caninos a los que adora. Sin embargo, aclara que aunque quisiera tener más, no le es posible por cuestión de tiempo, dinero y esfuerzo; aspectos que no muchas veces se tienen en cuenta cuando se quiere cuidar de una mascota.
En una muestra de natural humanismo, su espíritu perruno le obliga a recuperar a los perros que encuentra en la calle, llevándolos a refugios ya bañados y vacunados.
Hace énfasis en la necesidad de conciencia en la sociedad sobre lo que significa que una vida esté en tus manos, la importancia de las campañas de vacunación y esterilización. Sin embargo, su verdadero amor por los perros, tiene su inicio en su infancia. Su padre era un amante de los perros y siempre solía decirle: “mírale la cara al perro”. Ellos eran capaces de ver si un canino estaba contento, enojado o triste.
Además, gracias al poder imaginativo de su padre, que le contaba toda clase de historias chistosas sobre los Perrhijos, acrecentó su cariño hacia estos pequeños seres, el cual reafirma cada día y lo resume en una bella frase: “Son leales con tus pasiones”.
Anamari plantea diferentes situaciones que conciernen en la vida de aquellos que tienen Perrhijos, que se hallan implícitas en la recopilación de cuentos desde la perspectiva de diferentes escritores latinoamericanos, en su mayoría mexicanos, tales como Sergio Pitol, Ángeles Mastretta, Naief Yehya, Alicia García Bergua, Mario Bellatin, María Luisa La China Mendoza, David Martín del Campo, Sandra Lorenzano, Rafael Pérez Gay, Orfa Alarcón, Eusebio Ruvalcaba y Eduardo Cerdán.
El libro goza con una variedad de cuentos que en sus tramas tienen algún suceso como eje principal en el cual hay Perrhijos involucrados, pudiendo ser tanto la mascota buena y benevolente, como el malvado de la historia. Además de retratar realidades que vivimos los humanos cuando se comparte la vida con un canino, pintando experiencias tanto gratificantes como espantosas. Sin embargo, no por ello la lectura deja de ser una actividad íntima a compartir, ya sea con los otros o con un querido perrhijo.