Tener un perro en casa es una experiencia sensacional, nos hacen reír, enojar, llorar y nos meten en un laberinto emocional maravilloso. Siempre están para nosotros y sin duda, son la mejor compañía que podemos tener.
Cuando convivimos con nuestros perritos también aprendemos cosas, ellos transforman o nos obligan a transformar actitudes, costumbres y actividades, generalmente para bien.
Lista de cosas que aprendí gracias a mi perro:
Amor: Los perros nos demuestran nuestra capacidad para amar, despiertan sentimientos inexplicables en sus humanos.
Lealtad: Ellos siempre estarán para nosotros, no importan las circunstancias o carencias de vida, ellos nunca abandonan.
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Paciencia: Educarlos no es un trabajo fácil, llegar a casa y encontrarse con una travesura tampoco, por ello, la paciencia es fundamental para la comunicación entre perro y humano.
Ser feliz: Pareciera que ellos están felices todo el tiempo o más bien es su estado al estar con sus dueño y, aunque también ello tienen momentos en los que están de malas, con pequeñas cosas los puedes transportar a la felicidad inmediata.
Ser agradecido: Todos son agradecidos con sus humanos por cuidarlos, amarlos y alimentarlos. Si adoptadas uno de la calle, estará agradecido siempre por haberlo salvado.
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Socializar: Las salidas al parque con tu perrhijo incluyen tener que saludar mínimo a tres personas y a veces platicar con ellas.
Responsabilidad: Adoptar una mascota nos exige sacar a la luz nuestra responsabilidad, su vida depende de nosotros y debemos estar al pendiente de sus necesidades.
Mejorar estado de ánimo: Gracias a los perros se puede salir de depresión y sanar heridas, ellos nos ayudan y enseñan a ver la vida desde otra perspectiva, desde el amor.
Que el silencio es peligro: Si tienes un perro en casa y no hace ruido, corre hacia donde esté, de seguro está entretenido con algo prohibido.
Los perros son unos maestros de vida, los humanos que tenemos uno en casa somos afortunados, cada día nos enseñan algo nuevo.