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Por: Brenda Mesa.
Una pequeña pelota amarilla, con huellitas de colores en relieve fue el primer juguete de Candy mi adorable perrhija Fox Terry pelo liso, el sonido chillón hizo saltar a mi pequeña, pero su curiosidad fue más grande que su miedo y esa bola ruidosa se convirtió en un motivo para ir jugando por la vida y dejándome descubrir que con sus múltiples juguetes podemos convivir y pasar juntas grandes momentos.
Candy sabe que al pasarme sus preciados juguetes debe esperar y aflojar su mandíbula, es una perrhija muy sensible. Entre huesos, perros azules o fantasmas de peluche estamos y jugando por la vida vamos.
Que bonita tu historia y en verdad que los perrohijos son unicos,A mi Canelita ,que es Chihuahua se le volteo el horario (tal vez por el calor)y juega en la noche y duerme en el dia,