Nos han contado anécdotas de perros que pasaron a la historia por sus increíbles actos de valentía y fidelidad como, por ejemplo; hoy te contaremos de la gran hazaña de Barry, el Perrito que salvo más de 40 vidas en las montañas.
Barry der Menschenretter; o sólo Barry, nació en 1800 y trabajaba como perrito de rescate montañés en Suiza en Suiza para el Gran Hospicio de San Bernardo. Este peludo, se considera como el antecesor de la raza actual San Bernardo, pues era más pequeño que sus modernos.
Se cree que los perros en el monasterio fueron introducidos como protectores del lugar; para el año en que Barry nació, había un tipo especial de can que era utilizado para rescate.
Nuestro amigo peludito destacaba entre los otros perros, por su disposición al trabajo pues nunca se daba por vencido y sólo descansaba por poco tiempo descansar; además parecía tener un sentido especial que le indicaba donde estaba un humano en peligro.
Cuando salía sólo del hospicio siempre regresaba a avisar a los monjes, ellos ya sabían que el Perrito había encontrado a una persona en las montañas.
La gran hazaña de Barry
En 1805, Barry protagoniza una gran hazaña y de sus rescates más famosos; Cuando el esposo de una humana de origen italiano murió, la viuda decidió regresar a su tierra junto a su hijo, pero lo tuvieron que hacer de pie. Consiguieron llegar a la ciudad de Bourg-Saint Pierre, Luego siguieron su camino al Puerto de San Bernardo.
Ese día Barry y el padre, junto a otros peluditos, salieron a patrullar; cuando de repente el perrito Barry se detuvo, junto con los otros perros. En ese momento se escuchó un terrible estruendo, seguido de una avalancha que los empujo más de 100 metros colina bajo.
Cuando el padre pudo reponer, el Perrhijo corrió hacía el origen de la avalancha, Luigi le gritó, sin embargo, el perro no hizo caso, parecía que algo andaba mal, pues Barry siempre lo obedecía.
Al haber amenazas de más avalanchas, el obispo, junto a los otros perritos, regresaron al hospicio, el padre les contó a los demás lo que había pasado, decidieron esperar un tiempo. Pero tras la incertidumbre, mandaron a unos obispos más joven a buscar a Barry. Se enteraron de que una mujer había partido junto a su hijo rumbo al puerto. Creyeron que la viuda se encontraba cerca de la avalancha y de alguna manera, Barry había detectado su presencia.
Habían pasado 10 horas desde el accidente y una tormenta azotaba el pueblo, el Prelado estaba despierto, aun con esperanza de que un milagro pasará; en ese momento se escucho un lamento. Luigi corrió a la puerta y abrió la puerta. Fue cuando vieron a Barry llenó de nieve y un niño inconsciente atado a su espalda.
Parece que el peludo encontró a la madre y a su hijo y la humana ató al niño a la espalda del perrito para salvarlo. Lograron salvar al infante, sin embargo, cuando encontraron a la mamá, desafortunadamente ya había muerto.
Mucho se dice de su muerte, como que, durante el rescate de un soldado a punto de morir en la nieve, Barry lo encontró y lamió, pero el militar lo confundió con un lobo y lo hirió con una bayoneta. Sin embargo, se ha desmentido esa leyenda.
Luego de 12 años de servicio, Barry fue llevado por un monje en Berna, Suiza para descansar y llevar una vida tranquila, hasta que falleció a los 14 años y su cuerpo fue entregado al Museo de Historia Natural.
Luego de las gran hazaña del San Bernardo, en el Hospicio llaman a un perro de esta raza, Barry, en honor de aquel peludo.
Sus rescates pasaron a la historia y se le conoce como “El San Bernardo más famosos del mundo” que, por más de 10 años, salvo la vida de 40 personas de morir en las montañas. Incluso se le hizo un monumento en su honor
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