La historia de Oxana Malaya se hizo en redes sociales en los últimos días. Se trata de una niña ucraniana que fue criada por perros y actuaba como ellos. Caminaba con las manos y rodillas sobre el piso, se comunicaba por medio de ladridos; también sujetaba y transportaba cosas con su boca.
Se dio a conocer por medio de unas imágenes presentadas en un documental británico y sorprendieron a los televidentes al ver a una persona de 23 años teniendo el comportamiento de un perro.
Oxana Malaya fue abandonada por su familia
Según un relato en The Telegraph, los padres de Malaya la abandonaron a los 3 años en Novaya Blagoveshenka, ellos eran adictos y tremendamente violentos. Durante una pelea sacaron a su hija de la casa y la olvidaron un campo con perros.
La niña buscó refugio en el mismo lugar y convivió con los caninos durante cinco años sin ninguna presencia humana, con el tiempo empezó a imitar su comportamiento y forma de comunicación. Como consecuencia, solo alcanzó un desarrollo mental de un niño de 6 años.
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“Mis padres se olvidaron por completo de mí. Yo les hablaba a los perros, ellos ladraban y yo los imitaba.”
Rescataron a Oxana en 1991, cuando un habitante del lugar hizo el reporte. La niña ingresó a un orfanato y recibió la educación necesaria para recuperar la conducta humana.
Algunos especialistas estudiaron el caso
La psicóloga Lyn Fry visitó a Oxana Malaya cuando tenía 23 años. Relató que esperaba ver a alguien con menos comportamiento humano porque, según el contexto que tenía, a la niña le era imposible socializar. Sin embargo, encontró a una persona con sentido del humor, sí con un lenguaje plano, pero consciente de la acción de agradecer cuando recibía algo. Por lo que la especialista dudó que efectivamente la hayan criado unos perros.
Por otro lado, en 2014 la antropóloga Mary-Ann declaró que Oxana había vivido en un orfanato desde que tenía año y medio de edad. El instituto tenía pocos recursos y no lograban estimular a los niños de manera adecuada. Según su versión, la niña frecuentaba a los perros que vivían ahí y los imitó porque podían ofrecerle el confort emocional y físico que necesitaba.
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Si bien nunca se supo exactamente cómo fue la niñez de Oxana Malaya, la experiencia dejó consecuencias en su vida, pues a pesar del paso del tiempo, no logró recuperar las habilidades físicas, mentales y comunicativas de los seres humanos al cien por ciento.
En 2006 estaba instalada en la clínica Baraboy en las afueras de Odessa para continuar con su recuperación, mismo año en el que se reencontró con su padre. Hasta el momento se desconoce el paradero de su madre.
Actualmente no hay certeza de la ubicación de Oxana, pero se cree que continúa en la misma institución, ya que fuera de ella no tiene ninguna protección.
¿Ya conocías la historia de la niña criada por perros?
