A los humanos que tenemos perrhijos nos cuesta trabajo y resulta imposible entender cómo alguien puede hacerles daño. Con mucha frecuencia escuchamos noticias de peludos que fallecen o quedan lastimados de por vida a causa de los maltratos que sufren a diario. Es totalmente aterrador.
Al enterarnos de tales hechos, volteamos a ver a nuestros mejores amigos que tenemos al lado o que están acostados en algún lugar de la casa confiando en que nadie los lastimará y es inevitable que las lágrimas aparezcan por lo afortunados que son al no encontrarse en situaciones similares.
Nuestro corazón se parte de tan solo imaginarlos sufriendo.
También pensamos en aquellos que son maltratados tal vez por la persona que eligieron para compartir su vida y aman con todo su corazón.
Ellos en un rincón llorando y soportando violencia sin poder defenderse, solo esperando que el sufriendo termine.
Y, ¿saben qué es lo más conmoverdor?, que los perros son seres tan extraordinarios que a pesar de los daños que esas personas les causan, son capaces de perdonarlos y moverles la cola cuando los ven.
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No todas las personas tienen que amar a los perros, tampoco adoptarlos, darles muestras de cariño o ayudar a los que viven en la calle. Sin embargo ,sí tienen la obligación de respetarlos, ni uno de ellos merece ser lastimado, son seres vivos, sienten y tienen el derecho de vivir tranquilos y felices.
Si tú humano, no estás dispuesto a amar a un perro, darle una vida tranquila y, lo más importante, respetarlo; por favor no lo tengas, no lo adoptes, es más, tampoco te le acerques.
Los perros son seres amorosos que merecen ser amados.