No nos sorprende que cada vez que sacamos a pasear al parque a nuestro peludo, lo primero que haga al estar en contacto con otro perrito, sea oler su colita. Tal vez es incomodo para nosotros cada vez que nuestro perrhijo hace esto, pero es extremadamente normal, ya que por medio de ese acto huelen las feromonas del otro amigo peludo, y así puede obtener información del otro perro, como por ejemplo, si está en celo o si es agresivo y así poder establecer una relación social, natural y biológica de reconocimiento.
Los compuestos químicos involucrados en la comunicación entre los animales son conocidos como “semioquímicos”, los cuales se dividen en feromonas y aleloquímicos. Las feromonas, son sustancias que pueden regular la maduración sexual, desarrollo o estado fisiológico, o pueden servir como un sistema de alarma para la reproducción sexual, el marcaje territorial.
Por otro lado, los aleloquímicos actúan en individuos de especies diferentes, y pueden resultar benéficas en ambos lados, donde ejercen efectos conductuales o fisiológicos. Así que no te sientas avergonzada cada que tu peludo hace esto, si no se lo permites, más que hacerle un bien harás que no pueda socializar con los demás perros, y ahí es cuando comienzan a aparecer los grandes problemas.
De hecho, con nosotros sucede lo mismo. Les gusta olfatearnos con el fin de reconocernos y comunicarse con nosotros a su modo, y gracias a este comportamiento, el perrito sabe si estamos bien o no ya que nosotros también liberamos feromonas, Por tanto, es natural que lo primero que quieran hacer los perritos sea olfatearnos.
A pesar de que puede ser sumamente embarazoso cada vez que hacen esto, para nuestros perrhijos es un comportamiento completamente natural, y su modo de relacionarse con aquellos que le rodean. Por eso, no nos queda más que tragarnos la vergüenza, tener paciencia y actuar con normalidad ante esta situación que será de gran ayuda para tener una buena relación entre perro-humano.