Esta es la historia de Chorizo y Cocoa, perrhijos de raza salchicha habitantes de Oceanside, Ca. que estaban acostumbrados a una guardería mientras sus humanos trabajaba, pero tuvieron que cerrar el lugar debido a la contingencia sanitaria y, hora, acompañan a su dueño a realizar sus labores.
Daniel Nava, humano de estos perrhijos se dedica a hacer entregas para FedEx y estaba acostumbrado a trabajar solo, nunca se imaginó que algún tendría compañeros de cuatro patas.
Tomó la decisión de llevar a Chorizo y Cocoa a sus rutas de trabajo para que no se aburrieran ni se sintieran solos en casa en lo que la guardería vuelve a abrir sus puertas. Le comentó a su supervisor la propuesta y éste accedió.
Al principio estaba un poco nervioso por la seguridad de los peludos, así que tomó todas las medidas necesarias, los viajes los realizan con arnés anclados al asiento para evitar accidentes que pongan en riesgo su vida.
Poco a poco Daniel se sintió más tranquilo y ahora se dedica a disfrutar de la compañía y la diversión que le proporcionan sus dos perrhijos en el trabajo.
Incluso, para que se vieran más profesionales el humano les confeccionó sus propios uniformes de FedEx con algunas camisas viejas y les compró lentes de sol, y al parecer los pequeños lucen felices.
No cabe duda que los humanos hacen actos de amor por el bienestar de sus perros.
¿Te gustaría recibir paquetería por tiernos repartidores de cuatro patas uniformados?