El Síndrome de dilatación – vólvulo gástrico (DVG) o torsión gástrica es una enfermedad que puede presentarse en todos los perros, sucede con mayor frecuencia en razas grandes, por ejemplo Dóberman, San Bernardo, Labrador, Gran Danés, Pastor Alemán, Rottweiler y Boxer.
Ocurre cuando el órgano rota en la cavidad abdominal a causa de la ruptura de ligamentos al no soportar la presión de la dilatación y se obstruye el paso de agua y comida evitando su expulsión.
Es una enfermedad de las más alarmantes, pues si no se trata de inmediato, puede afectar otros órganos y, en el peor de los casos, terminar con la vida de los perrhijos.
¿Cuáles son las causas de la torsión gástrica en perros?
- Ingesta veloz y excesiva de agua o comida.
- Estrés.
- Acumulación de aire.
- Hacer ejercicio antes o inmediatamente después de comer.
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¿Cuáles son las señales?
- Falta de apetito
- Intento por vomitar sin éxito.
- Salivación en exceso.
- Dolor e inflamación en el estómago.
- Los perros suelen caminar inquietos de un lado a otro.
- Problemas para respirar.
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¿Cómo se puede prevenir la torsión gástrica?
- Establecer horario para comer.
- Evitar paseos o actividades físicas poco tiempo antes y después de haber ingerido alimento.
- Servir porciones adecuadas de comida, máximo tres durante el día.
- Procurar que no beban agua constantemente.
- No molestar a los perrhijos mientras comen para evitar el estrés.
La torsión gástrica no es una enfermedad que se cure sola, recordemos que cada minuto es valioso. Ante cualquier síntoma es necesario acudir con un veterinario para que pueda revisar y tratar a los caninos.
¿Tu perro ha sufrido torsión gástrica?
