Por los general, los perros viven aproximadamente de 10 a 16 años según la raza, las condiciones en las que se encuentren, cuidados, atención en su salud y el estilo de vida que sus dueños les ofrezcan. Sin embargo no están exentos de padecer enfermedades que pongan en riesgo su vida. Al igual que los humanos, ellos también son propensos a enfrentarse a patologías degenerativas en el corazón, entre ellas la Insuficiencia Cardiaca Congestiva en perros (ICC) poniendo en riesgo su calidad y tiempo de vida.
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Se presenta cuando el corazón no es capaz de impulsar la sangre a un ritmo óptimo para satisfacer las necesidades metabólicas celulares y la sangre puede acumularse en los pulmones, el hígado y el tracto gastrointestinal.
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Principalmente la padecen los perrhijos de edad avanzada, así como los que padecen enfermedades sistémicas que aumenten la presión arterial.
¿Cuáles son las señales de Insuficiencia Cardiaca Congestiva en perros?
- Exceso de tos: principalmente tosen con frecuencia durante las noches y al incorporarse después de estar sentados o acostados.
- Presión arterial alta: Es importante realizar chequeos periódicos para asegurarse de que todo esté en orden.
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- Las encías tienen otro color: Cambian a un un tono gris- azulado
- Desmayos: Debido a la insuficiencia, el riego sanguíneo no llega a al cerebro, provocando que los perros se desmayen.
- Debilidad: Los canes no tienen ganas de jugar y se cansan de inmediato al realizar alguna actividad física.
Es importante estar al pendiente del comportamiento de tu perrhijo y, si crees que tu perro puede sufrir Insuficiencia Cardiaca Congestiva no dudes en acudir con un veterinario. Actualmente existen tratamientos que controlan este padecimiento y aumenta la esperanza de vida.