Me acaban de llamar Roger hace unos minutos porque ayer, mi ahora humano Lalo me trajo a vivir a su casa y no se pueden imaginar lo feliz que estoy de tener un techo en donde dormir.
Por lo que tengo entendido la casa es nueva, está muy vacía, a penas hoy en la mañana empezaron a traer algunos muebles y hay algunas maletas con ropa y otras cosas que no sé qué son, la verdad creo que lo primero que llegó fui yo.
En realidad, Lalo lleva siendo mi humano desde hace unos días, solo nos faltaba vivir juntos.
Te puede interesar: Humano, Estoy Orgulloso De Ti
Desde que tengo memoria siempre he vivido en la calle, no sabría decirles mi edad exacta, pero supongo que ya estoy un poco mayor por que a veces me siento muy cansado.
Yo me dedicaba a vagar por las calles buscando comida, escondiéndome del sol, huyendo de la lluvia, esquivando humanos groseros y hallar un lugar seguro para dormir lo más cómodo posible cada noche.
Un día llegué a un parque y conocí a Lalo, él estaba haciendo ejercicio, yo me le quedé viendo y sentí algo muy bonito, me acerqué y me quedé junto a él. Acarició mi cabeza y comenzó a hablar conmigo, obviamente no entendí casi nada, creo que era la primera vez que estaba en una situación así.
Cuando terminó se dispuso a caminar y yo lo seguí, sentí que era necesario estar al lado de él, no se molestó, seguía hablando y acariciando mi cabeza como cada cinco palabras. Entró a su antigua casa y yo me regresé al parque.
El día siguiente no me moví de ahí, tenia la esperanza de volverlo a ver… ¡Y así fue! Pasaron algunos días y yo seguía observando su rutina de ejercicio, él me comenzó a llevar comida, algunas mantas, me contaba cosas hasta el punto en el que sentí que ya lo conocía desde siempre.
Yo supongo que no me había llevado a vivir con él porque estaba terminando de empacar y decidió esperar a que tuviera un lugar más grande para acomodarme y ayer fue ese día.
Te puede interesar: Mi Humano Se Perdió
Llegó al parque como cada mañana, traía una correa y un collar, me vio, se acercó y después de una caricia me colocó lo que traía en las manos para llevarme con él a casa, sin duda ese es y será por siempre el mejor día de mi vida.
Estoy seguro de que seremos muy felices y que mi vida cambiará para siempre. Ya no estaré solo ni intentando sobrevivir día a día.
Gracias humano por integrarme a tu vida.